UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Por Guillermo H. Zúñiga Martínez



Uno de los resultados más concretos y apreciables de la nueva pedagogía social que se ha dado en Veracruz, es la reciente entrega de los primeros títulos profesionales que acreditan a más de doscientos cincuenta egresados de la primera generación que forma el Instituto Veracruzano de Educación Superior. Su firmeza de criterio y férrea voluntad esparcieron un mensaje por toda la entidad para que esta innovadora institución, que ha demostrado sus bondades a lo largo y ancho del territorio, siga floreciendo y dando frutos reflejados en la transformación de existencias, en el enriquecimiento familiar que son símbolos inequívocos del perfeccionamiento social.

Rindo homenaje leal, franco y pertinente, a quienes vieron culminados sus esfuerzos y consolidado su esperanza el pasado 17 de los corrientes, al recibir el título que los acredita como nuevos profesionales de la educación de adultos. Los sueños se hacen realidad.

Se impone este reconocimiento a quienes nunca perdieron la fe, a los que transitaron por caminos llenos de ortigas, a quienes supieron superar obstáculos, a los que mostraron su denuedo y vigor para derrotar la incomprensión, los sinsabores y hasta la animadversión. Es indispensable esta apología porque depositaron su confianza en una institución que nació como producto de un estudio sociológico real y con espíritu republicano y que ha evolucionado con la idea generosa de atender, donde quiera que se presente, la demanda de los veracruzanos en educación técnica, media superior y superior.

Aprovecho este espacio para manifestar beneplácito y alegría, porque sé que la generación que egresa está conformada por personas dignas, que conjugaron de manera inteligente y hasta sufrida, el estudio con el trabajo y responsabilidades familiares; porque los que vencieron toda clase de impedimentos coronaron sus aspiraciones para obtener el título que los confirma como profesionales bien preparados para incorporarse al desarrollo del Estado.

El día 17 de julio, ha quedado inscrito en la historia íntima de cada uno de ellos; seguramente será un recuerdo imborrable en sus vidas, porque cultivaron con éxito las vertientes pedagógicas que inspiran al IVE, como son el aprendizaje autónomo, la autorresponsabilidad y el autodidactismo creativo, hábitos que han determinado el avance y éxito de los alumnos, por lo cual los actuales profesionales se convierten en verdaderos paradigmas de esta atrayente modalidad educativa.

Estas líneas las dedico a los hombres y mujeres que tuvieron la determinación no tan sólo de estudiar, sino de aportar sus escasos recursos económicos para que el IVE pudiera solventar, a través del Patronato Alianza para el Fomento del Aprendizaje, las gratificaciones modestas destinadas a estimular el trabajo de compromiso vital que realizan los asesores solidarios, porque ellos posibilitaron la educación relacional y el fortalecimiento de una opción educativa que está llamada a ser una alternativa real para las ansias de estudio y de superación de los ciudadanos en general y principalmente de la juventud veracruzana.

De los hombres y mujeres egresados, admiro su generosidad y disposición, así como la fe que los ha salvado, porque han alcanzado situaciones de privilegio que solamente se conquistan a base de esfuerzo y compromiso.

Por otra parte, es justo felicitar a los maestros y directores de los 136 campus con que cuenta actualmente el IVE y esencialmente a los nacientes profesionales que vieron cristalizados sus legítimos ideales.

Destaco que los alumnos y maestros de este órgano desconcentrado son los indiscutibles constructores de un subsistema educativo que está esparciendo frutos generosos; reconozco, también, que ellos son los que han logrado que el Instituto Veracruzano de Educación Superior, sea la nueva educación de Veracruz.

Me llena de satisfacción que nuestro Instituto haya sido calificado, por el Gobernador de Veracruz, como una universidad pública de carácter popular y, además, que lo haya considerado como una hazaña educativa, porque sabe bien que la comunidad académica del IVE supo surcar las aguas caudalosas de la incomprensión y que, a pesar de que fuerzas no visibles trataron de denostarla para sembrar incertidumbre entre la población, ahora el IVE está más fuerte que nunca porque encuentra sus rutas sembradas de ilusiones y de inéditas expectativas que harán posible su desarrollo pleno en la geografía veracruzana, porque sería mentir si escondiéramos la pretensión de ser la primera institución de nivel superior que pueble de preparatorias y licenciaturas todos los municipios del Estado de Veracruz.

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LOS POLÍMEROS Y LA CREATIVIDAD

Por Guillermo H. Zúñiga Martínez



En nuestro país se dan acciones que causan realmente alegría, gusto, se disfrutan y nos hacen pensar en que este pueblo inteligente, si fuera bien dirigido, alentado y apoyado, realizaría obras grandiosas de beneficio colectivo y trascendencia. Hace unos días, alumnos del Instituto Politécnico Nacional que asisten al Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos número 3, en el Distrito Federal, dieron a conocer su invento de un plástico elaborado a base de maíz, que tiene la enorme ventaja de no ser tóxico, puede ingerirse y degradarse en agua o tierra en cuestión de segundos y, por si eso fuera secundario, cuando se convierte ya en desecho puede ser utilizado como abono.

Con sinceridad, me nace felicitar a José Alfredo Carbajal Herrera y a Víctor Hugo Reyes García, que son los creadores de este material, muy distinto a los que se fabrican con base en otros polímeros que son tóxicos y que tardan muchos años en transmutarse. Aquí lo importante es que este invento no se quede en el laboratorio o en un experimento escolar, sino que debería ser apoyado técnica y económicamente para que pueda ser utilizado por la sociedad, porque es muy común observar que los plásticos que se usan para empaques, deberían ser prohibidos porque son los que tapan los drenajes, contaminan y lesionan la naturaleza; creo que, cuando surgen tan magníficas noticias, el gobierno debería hacer lo necesario para que eso se convierta en una realidad; además, a través de las Cámaras, legislar para frenar el uso de sustancias que son dañinas y que sin embargo se han convertido en una herramienta de uso cotidiano.

Los estudiantes mencionados, presentaron su proyecto en la Feria de Prototipos organizada por la Dirección de Educación Media Superior del Instituto Politécnico Nacional. Su trabajo se conoce con el nombre de Proceso de Automatización Aplicado a la Industria en Procesos de Polímeros Biodegradables en Agua. Con este motivo, explicaron que las envolturas de plástico son perjudiciales para el ambiente porque se fabrican a partir de combustibles fósiles, lo cual provoca la emisión de gases contaminantes, con el inconveniente manifiesto de que tardan años en destruirse. También dieron a conocer que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, el 70% de la basura generada en el mundo proviene de polímeros.

Para efectos de este trabajo, es conveniente explicar que los polímeros se producen por la unión de millones de moléculas pequeñas denominadas monómeros, que forman cadenas de las formas más diversas; haga usted de cuenta que está viendo fideos con cantidad de ramificaciones, otras formas más comunes se identifican con escaleras y otras con redes tridimensionales. Están formados por moléculas y es fácil imaginarlos cuando hablamos de los naturales como es el caso del algodón que está compuesto por fibras de celulosa; la seda es otro muy apreciado, así como la lana y debo agregar el hule de los árboles, que son también polímeros naturales importantes.

Los inventores manifestaron que han logrado elaborar plásticos con base en cadenas químicas muy simples de hidrocarburos, que tienen la gran ventaja de degradarse en segundos; y, delante de un público ávido de conocimientos, realizaron una demostración espléndida de su producto y mostraron una célula de producción regulada con un control lógico programable y, para que no se diera ninguna duda, tomaron un trozo de plástico biodegradable, lo introdujeron en una botella con agua, lo agitaron y, después de demostrar su desintegración, se decidieron a ingerir el contenido, para demostrar su inocuidad. También dieron a conocer que han realizado pruebas de toxicología con excelentes resultados, por lo que el producto es flexible y aunque reciba maltratos siempre vuelve a su forma normal.

José Alfredo Carbajal Herrera y Víctor Hugo Reyes García, han recomendado que puede ser utilizado con gran éxito en industrias como la de autopartes, también puede ser útil para bolsas, así como en la fabricación de juguetes, pensando en que debe protegerse a la niñez de sustancias venenosas. El año y medio que se dedicaron a trabajar, fue muy fructífero porque el resultado es extraordinariamente valioso, por lo cual desean patentarlo.

Por otra parte, es conocido que en Japón y Estados Unidos se están fabricando artículos con este material, pero creo que lo importante es la contribución técnica de jóvenes inteligentes, que han trabajado con el pensamiento muy claro de contribuir al desarrollo científico en nuestro país.

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LA POLÍTICA EDITORIAL EN MÉXICO

Por Guillermo H. Zúñiga Martínez



Decía Miguel de Montaigne (1533-1592): “En los libros sólo busco un entretenimiento agradable, y si alguna vez estudio, me aplico a la ciencia que trata del conocimiento de mí mismo, la cual me enseña el bien vivir y el bien morir”.

Traigo a colación lo anterior, porque estoy seguro que la labor de difusión cultural que más se recuerda en los vaivenes de los gobiernos revolucionarios, es la que concretó José Vasconcelos, siendo Ministro de Educación Pública. Aquel intelectual y prosista divulgó y popularizó lecturas clásicas de la literatura universal, con el propósito de hacerlas circular entre las masas. Hasta hace poco, todavía transitaban algunos libros inmortales que se iban pasando cuidadosamente de mano en mano, sin gastarse, formando parte del más sensible acervo del pueblo mexicano.

Intentos como aquel, florecieron con nuevas dimensiones en épocas anteriores al año dos mil. Por ejemplo, el trabajo del doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, a través de la serie SEPSETENTAS, destacó diáfanamente para el bien de la República. Esa tarea, oportuna y plausible, buscó ganar lectores por medio de la distribución directa e indirecta, prevaleciendo esta última.

Lo importante de toda difusión cultural es que se encamine, se perfile hacia la búsqueda de la superación individual, con base en la lectura diaria. Y es que ésta es un archivo de información y un elemento indispensable para comprender el mundo. El libro, durante siglos, ha tenido la virtud de ser fuerza motora de actitudes y transformaciones positivas; infunde inquietudes, despierta reflexiones, y hace reaccionar y responder a cada excitación. Por eso es el vehículo más eficaz y enérgico de transición individual y colectiva.

Al acentuar la importancia de la lectura y el libro, y el diverso papel que desempeñan en la vida democrática de nuestro país, manifiesto mi desacuerdo con quienes pretenden dirigir las ediciones hacia los grupos cerrados de intelectuales, artistas y técnicos, hasta impedir que tengan acceso a ellas las clases signadas por sus escasos recursos económicos.

Es cierto que desde siempre, la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal ha realizado esfuerzos por editar y difundir, pero eso no basta, puesto que en la actualidad las tareas de esta índole no han sido planificadas de tal forma que respondan verdaderamente y con equilibrio a las necesidades que el país reclama. Es que tradicionalmente, ha sido ella la que más empeño –por la naturaleza de sus funciones- ha puesto en esta labor, cumpliéndola parcialmente, puesto que de acuerdo con su estructura, tiene en su haber otros problemas e intereses formal y materialmente hablando.

Aparte de esa dependencia gubernamental, otras secretarías de Estado, organismos públicos descentralizados, empresas estatales, paraestatales y de participación estatal, editan libros, revistas, folletos, periódicos y otras formas impresas con fines informativos, culturales, técnicos y políticos, la mayoría de ellos sin rumbo, sin programa y sin ninguna intención social, puesto que anteponen intereses personales y de grupo a los de las grandes mayorías. No aventuro al afirmar que estas publicaciones, surgidas generalmente como un quehacer político, carecen de interés y en puridad son postergadas por sus destinatarios dado que no las necesitan, debido a los reducidos tópicos que abordan y que se dirigen comúnmente a exaltar los aspectos fundamentales de donde provienen, en cuanto a las directrices políticas o técnicas que los distintos funcionarios imprimen a sus lucubraciones diarias.

Es perfectamente conocido que el Gobierno Federal carece de una planificación editorial, aunque también lo es que destina erogaciones enormes para fines publicitarios, sin precisar la importancia y la teleología de las publicaciones; asimismo, muchas de sus ediciones son innecesarias, pues el interés que logran despertar es demasiado estrecho; en fin, cantidades excesivas se descuidan por este concepto, sin obtener en serio resultados halagadores. Esto obliga, pero de manera urgente, a revisar y vigilar las actividades editoriales de las diferentes dependencias, en cuanto que gran porcentaje de ellas no tienen razón de ser, constituyendo sólo un pretexto ocupacional que incide de manera tajante en detrimento del país.

Por otra parte, se están quedando atrás, rezagados, porque el libro ha evolucionado de manera sorprendente con base en los medios cibernéticos, por lo que debería establecerse una política bien dirigida para utilizar los elementos modernos para el fomento de la lecto-escritura.

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INTRASCENDENCIAS

Por Guillermo H. Zúñiga Martínez



Siempre pensé que un Presidente de México era un ser excepcional, inteligente, experimentado y que sus actos, invariablemente, se inscribían dentro del panorama nacional con una sola aspiración: hacer el bien a los demás. Como ejemplo clásico, viene a mi memoria la acción republicana y patriótica del veracruzano don Adolfo Ruiz Cortines, de quien nunca se conocieron actos de corrupción o frivolidad.

En estos días, observo y pondero que los dos últimos presidentes de origen panista que el pueblo ha padecido, principalmente Vicente Fox, quien sólo se dedicó a lucir sus botas de charol por el país y el extranjero, han sembrado dudas, nostalgias y hasta arrepentimiento en aquellos que un mal día les depositaron su confianza.

Con tantas responsabilidades de fondo, el Presidente actual difunde medidas administrativas que francamente carecen de importancia. Me explico: el pasado miércoles 23 de junio, la Presidencia de la República dio a conocer a los mexicanos una modificación que consiste en colocar las franjas de colores de la Banda Presidencial en un orden distinto al que tenían. Me pregunto, sin tratar de ofender a nadie ¿Qué tanto puede importarles a campesinos, obreros, artesanos, amas de casa, intelectuales, empresarios, jóvenes, en fin qué repercusión tiene para los mexicanos esta disposición dictada por el Ejecutivo Federal y que consiste en que la Banda que utiliza de vez en cuando, sufra alteración en el orden de sus vetas cromáticas? Sinceramente, me parece vacua y plena de insensibilidad la disposición publicada en el Diario Oficial de la Federación.

Invariablemente, el Poder Ejecutivo del Estado mexicano ha contado con abundantes recursos para contratar pensadores, escritores y grandes personalidades, con el propósito de que auxilien con su saber a los que, para bien o para mal, detentan el poder en este sufrido país, pero tal parece que recurrir a mexicanos talentosos es propio de personas sin complejos, de políticos que piensan únicamente en hacerle bien a la nación y que les da exactamente igual quién o quiénes puedan fulgurar independientemente de sus creencias o formación.

Si usted observa con detenimiento y analiza los colaboradores que tienen algunos políticos, llegará a la conclusión de que los escogen para que no brillen, para que nadie destaque; en consecuencia, los resultados de la administración son tétricos.

Lo que resulta innegable, es que los presidentes de México recurrían a lo más granado de la inteligencia nacional para que los orientaran e hicieran bien las cosas, para que la República prosperara de manera indubitable. Recordemos a Vicente Lombardo Toledano y a Jesús Silva Herzog, junto a Cárdenas; a Jaime Torres Bodet con Adolfo López Mateos, por ejemplo. Ahora esto ha cambiado, porque lamentablemente, las personas que ejercen el poder creen y sienten que lo saben todo, que son sabios y que su pensamiento abarca e ilumina cuanto existe, cuando en realidad dan pena por sus pocos alcances y desmesuradas estrecheces mentales.

A estas alturas del siglo XXI, cuando muchas concepciones deberían estar superadas, la sociedad mexicana tiene que sobrellevar a políticos superfluos, corruptos, transformados por el poder que sienten que lo son todo, cuando en lo individual valen menos que un cacahuate, y ordenan acciones como éstas, que son propias de Felipe Calderón Hinojosa, quien se dedica a legislar sobre un tema intrascendente, cuando este país en el que vivimos está pidiendo a grito abierto reformas estructurales, cambios profundos en la dirección del Estado, redefiniciones políticas que lo conduzcan hacia la competitividad internacional y el progreso.

A los mexicanos les agradan los políticos que buscan la historia, que tratan de trascender por sus acciones, que desean tener un lugar en la memoria colectiva; ésos son los que merecen la pena, y no los que buscan los cargos para enriquecerse y resolver sus problemas personales, familiares y de grupo. Esto último es lo que ha envilecido y degradado la política.

La política debe utilizarse para alcanzar un rango de reconocimiento auténtico entre los gobernados y ser, en serio, motivo de orgullo y no de vergüenza para la colectividad.

Retomemos el ejemplo de Benito Juárez, quien es grande no tan sólo por él mismo, sino porque escuchó, aceptó y coincidió con hombres geniales y valiosos de su época, dentro de los cuales supo sobresalir para darnos el mejor período de la historia de México: La Reforma.

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