CLINTON Y SLIM ¿EDUCADORES?

Por Guillermo H. Zúñiga Martínez

            Resulta estupendo saber que personas importantes encuentren en el fomento educativo una razón poderosa para tratar de solucionar problemas y dar al mundo una esperanza y motivo nuevo para rehacer sus fuerzas. Cada reemplazo de propósitos  es acicate para seguir caminando por las rutas heridas por la incomprensión y la violencia, aspectos que nos hacen sentir impotentes para prodigar bienestar y felicidad a nuestros hermanos.

            Todas las ideas que irrumpen en el panorama nacional son dignas de valorarse porque lo que realmente interesa  es el contenido y la fuerza del designio, por ello sobresale que hayan sumado fuerzas dos personalidades muy notorias en el mundo de la política y de los negocios como son William Clinton y el supermillonario Carlos Slim, para desarrollar un serie de programas dedicados a los muchachos  que se encuentren entre los 16 y 24 años de edad.  La noción es muy sensata e importante: Mejorar las perspectivas de empleo entre los jóvenes de Chihuahua, a través de una innovadora concepción que tiene que ver con su formación a través del deporte.

            No se conocen formalmente las líneas finas de su arquetipo, ni lo que ambos proponen para hacer salir adelante a miles de moceríos, pero lo que sí precisan es que se fundamentan en tres aspectos ineludibles para llegar al éxito: estudiar formalmente en la escuela, hacer deporte como una acción básica de espíritu de competencia  y también enfatizar el trabajo de equipo para hacerlos incursionar en las tareas empresariales e  inducirlos a fundar sus propios negocios.

 La percepción me parece extraordinaria, porque es muy generalizada la creencia de que debe ser el gobierno el que ofrezca y procure trabajo a los egresados de las universidades y tecnológicos, lo cual es totalmente inexacto e incorrecto debido a que el Estado debería procurar las carreras que son de su interés, principalmente las ligadas a la educación por la orientación ideológica de las nuevas generaciones, pero de ahí a que prepare a los jóvenes para darles trabajo, es algo que sólo se observa en los pueblos con  gobiernos  socialistas.

            Los personajes citados, a través de sus organizaciones van a emprender una ardua tarea para conseguir recursos de carácter internacional para apoyar sus creencias y participaciones en este ambicioso plan de apoyar y respaldar a la juventud de aquella entidad norteña, lo que indica  no será sencillo que Slim diga aquí hay tantos millones de pesos para este programa, o  Clinton exprese que será él quien contribuya económicamente para el despegue de tan interesante programa; lo que está definido es que la Fundación Comunitaria de la frontera Norte, se encargará de administrar los fondos y motivar las acciones en favor de miles de garzones.

 Estos proyectos ya tienen antecedentes muy precisos porque se ha desarrollado aquel programa  conocido  con el nombre de “A ganar” que ha tenido la ventaja de involucrar a cinco mil jóvenes latino-americanos y del Caribe quienes han demostrado que se puede estudiar, hacer deporte de conjunto,  trabajar para adquirir ganancias y  descollar en el intrincado universo del mercantilismo. Por cierto, esta acción llena de entusiasmo y confianza en las nuevas generaciones se la debemos a uno de los deportistas más completos y ejemplares con que cuenta la humanidad, me refiero al rey del balón-pie, Edson Arantes do Nascimento, mundialmente conocido como Pelé.

            Clinton ha dicho: “Estamos encantados de participar en un proyecto que usa el deporte para estimular a los jóvenes a buscar nuevas oportunidades de trabajo”. Por su parte,  el dueño de TELMEX y de TELCEL y representante del grupo CARSO afirmó que se encuentra complacido de participar en Chihuahua con un programa que ha sido exitoso en otras comunidades de América Latina para facilitar trabajos para la gente joven.

            Como es sencillo colegir, se trata de encontrar nuevas fórmulas de convivencia cultural para resonar acciones que permitan encontrar razones  para abrazar el mundo de los negocios y adueñarse de una preparación académica.  

            Por la magnitud económica que representan los actores principales de este programa parece poco y muy limitado dedicar este ejercicio a sólo 900 usuarios, porque lo que uno espera de ciudadanos que poseen demasiado dinero es que sus planes abarquen una cantidad enorme de impúberes esperanzados en progresar, pero lamentablemente no es así.

            Por mi parte, insisto en que existen otras opciones para beneficiar a miles de estudiantes, lo único que se debe hacer es apoyar ideas innovadoras como las que han surgido, a través del IVE,  en Veracruz.